El fragmento debe ser como una pequeña obra de arte, aislado de su alrededor y completo en sí mismo, como un erizo -- Friedrich Schlegel --

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lunes, 24 de marzo de 2014

Actualidad de Nietzsche

   La actualidad de Nietzsche es enorme, tanto en la filosofía, ya que es uno de los autores de mayor vigencia entre los filósofos actuales, como por otro lado, en nuestra época, nuestra cultura, que encuentra en él a un precursor del vitalismo, el ateísmo y el laicismo contemporáneos.
   En cuanto a la actualidad filosófica, a los pocos años de caer en el silencio, Nietzsche era ya un autor recopilado en ediciones de obras completas y homenajeado en una casa museo; sus libros empiezan enseguida a venderse por miles y a traducirse a todas las lenguas. Tiene que superar, eso sí, el
pulso nacionalsocialista, que intenta apropiarse de sus ideas, modificándolas y sacándolas de contexto con el fin de parecer antisemitas o fascistas; sin embargo, muy pronto reniegan estos teóricos nazis del filósofo del "superhombre", y pasa a ser objeto de profundos estudios a cargo de las principales figuras filosóficas en lengua alemana desde mediados de siglo XX (Jaspers, Heidegger o Habermas, entre otros), llegando por fin a marcar el desarrollo de numerosas personalidades únicas dentro de la filosofía, como los franceses Michel Bataille o Gilles Deleuze, así como Michel Foucault (que retoma el método genealógico de Nietzsche); el filósofo de la diferencia Jacques Derrida, el postmodernista Jean-François Lyotard y, ya en Italia, el líder del "pensamiento débil", Gianni Vattimo. En todas estos autores hay una renuncia a la verdad absoluta y a la idea de sistema filosófico, y todos ellos dedican estudios y manifiestan un aprecio constante por el pionero del vitalismo. En nuestro país, Ortega y Gasset asume el perspectivismo nietzscheano y logra matizar el racionalismo tradicional con las condiciones de la vida.
   En otros campos, Sigmund Freud manifiesta en su Autobiografía una confluencia tal con la filosofía nietzscheana que lo lleva a confesar que renunció a profundizar en su obra a fin de no distraerse de su propia perspectiva, de corte científico. De hecho, cuando Foucault agrupa bajo la denominación "filosofía de la
Los tres "filósofos de la sospecha", según Foucault
sospecha" a Marx, Nietzsche y Freud no hace más que desvelar el nexo común de las principales corrientes del pensamiento del siglo XX: el carácter incompleto y amenazado de la razón y la influencia de fuerzas ajenas en los individuos y la sociedad.
   La literatura se propone describir este fenómeno puramente trágico: Hofmannsthal, Mann, Musil, Joyce o Kafka conectan, todos ellos, de un modo u otro, con el perspicaz autoanálisis nietzscheano. El arte libera las fuerzas ocultas: el expresionismo y las vanguardias rompen con el orden establecido, la música aleatoria rechaza la melodía para revelar el caos y el juego azaroso del mundo.
   Nuestra época no es que sea nietzscheana, ya que no ha logrado desprenderse totalmente de los ídolos antiguos y además ha creado otros nuevos de imprevisibles consecuencias, dado el dominio absoluto de la apariencia en una sociedad marcada por el hedonismo consumista y el crecimiento infinito en la economía. Sin embargo, la prosa incendiada del teórico del sobrehombre nos ha hecho más libres al defendernos como individuos de los excesos de la religión para la moral, los de la ciencia positivista para el conocimiento o de los totalitarismos de cualquier signo para la vida política.


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